domingo, noviembre 19, 2006


Del cielo nocturno en primavera



Vivo en una parcela alejada de la ciudad, menos mal. Este hecho me permite ver el cielo limpiamente, y ocasionalmente alguna lluvia de meteoritos o espectáculos de ese tipo. Mientras veo la del 19 de noviembre en la madrugada, esperando en los intertantos de las caídas, veo el cielo nocturno y no paro de asombrarme con cómo se ven las estrellas titilar en esta fresca noche de primavera. Nunca me había detenido a apreciarlas como ahora, y es de verdad hermoso. Trae una paz que no recuerdo haber sentido en mucho tiempo. También me pone en perspectiva de lo insignificante que soy frente a la totalidad del Universo, ni siquiera un grano de arena, un átomo, en una playa de proporciones épicas. Aunque no se ve la totalidad de la bóveda celeste, se aprecian mucho mejor algunas estrellas más débiles o lejanas, una perspectiva más limpia y completa. Me gustaría alguna vez poder ir a un lugar donde se pueda disfrutar de las estrellas en toda su magnitud, un lugar en el desierto, o donde no hayan más luces que las mismas estrellas, en una noche sin luna.

¿Cómo se habrá visto el cielo antes de toda la revolución industrial, del descubrimiento de la electricidad y todos los inventos que hemos creado para facilitarnos nuestra corta existencia? Yo me imagino que una de las grandes pérdidas que trajo el progreso industrial fue el velo que se echó sobre el firmanento. No podemos ver fácilmente a los corceles celestes porque preferimos ver cómo se desarrolla una guerra al otro lado del mundo. Creo que nos serviría mucho de vez en cuando parar con el frenesí del diario vivir, salir de la ciudad hacia algún lugar lo más rural posible, esperar la noche y echarnos de espaldas en el pasto a ver el cielo mientras escuchamos alguna serenata de piano, violín y arpa. ¿Habrán muchas cosas más relajantes que eso? De haberlo, yo creo que las hay, pero con esta intensidad, muy pocas, demasiado pocas. Tal vez este tipo de actividades nos permita cuestionarnos lo que estamos dispuestos a pagar por lograr una vida exitosa en una gran urbe, el reconocimiento de gente importante y todas esas cosas que encuentro superfluas. Yo preferiría una noche de calma en contemplación de las estrellas al reconocimiento de gente poderosa por algo que tal vez ni siquiera tenga tanta importancia.

Espero que consideren lo que digo como algo real, no una mera fantasía de un soñador perdido.



Saludos
Maia Tilion, Guia de la Barca de la Luna

1 comentario:

Jorge Pizarro Callejas dijo...

Se nota que teniay meo tirado tu blog xD! pero weno... iwal me hubiera encantado ver la lluvia de estrellas porque no es algo que se ve todos los días :unsure:

pero weno será...

Saludos viejo! ^^

Auf widersehen!!!

Yuu